16 de febrero de 2010

Versatilidad sumisa


     Me gusta lo que hace y lo que no hace. Me explico! Independientemente de que ya se!!!, soy raro. 

     El estado de sumisión me permite, independientemente de lo que ELLA haga sobre mi, estar encantado y receptivo tanto a los acto que hace como a aquellos que omite.

      Ayer sin ir más lejos, y dejando la falsa modestia aparte, me porte fenomenalmente, fui estupendo compañero y fenomenal sumiso, pero el premio que a veces me tiene reservado esta vez no cayó, y además me lo dijo con toda la tranquilidad y con la seguridad de quien tiene el poder, que no pensaba darme nada. Y puff!!... para que vamos a negarlo, me estimulo muchiiiiiiiiisimo, y aunque parezca increíblemente en lugar de abatirme o entristecerme, lo que consiguió es que fuese más atento, más sumiso, mas devoto, obteniendo por ello un placer sensual muy especial.


      Para que mentir  y andarnos con remilgo cada día me gusta más servirla, me gusta ser su objeto y su juguete sexual, ser usado y sometido de mil formas y maneras, y todo ello sin menoscabar ni mi amor hacia ELLA, ni mi ego personal.

      Y no me importa como sea, si me fustiga, estaré dispuesto y excitado a recibir sus azotes; si no me fustiga, estaré dispuesto y excitado de ser dominado de esta forma y espoleado a mejorar un poco.

      El día a día es complicado y difícil en una pareja, pero el BDSM nos ayuda a sobrellevarlo; es un acicate muy especial, cualquier tarea cotidiana esta rodeada de un halo especial que la hace más interesante, más divertida, más estimulante. Puedo limpiar un cuarto de baño con un Plug insertado para que no me olvide dejarlo inmaculado hasta el más recóndito rincón, amenazado con que la inspección final sea ejecutada por mi lengua bajo su más atenta y férrea mirada.

     Ella puede ir al gimnasio o a la peluquería, mientras yo puedo estar atado a la cama. O me manda a comprar o a trabajar con el cinturón de castidad para que no pueda tocarme durante todo el día…

     …O puede no hacer nada, pero ambos sabemos que es otra forma de dominación, de tortura, de estímulo especial  ya que lo único que deseas es el más mínimo roce para verte inmerso en una ola de placer.

     Por eso haga lo que haga, o bien deje de hacer, me estimula a seguir sirviéndola, a seguir amándola, y no permitiéndome ni en un solo momento que olvide quien el la Dueña y quien es el sumiso.

Fase 2.0

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